Los Días De La Semana

es una historia un poco larga, cosecha propia, y con algún punto de gracia... espero que os guste. Muchas gracias a D. Juan por este espacio donde meterla...

Javier Soria

Los días de la semana:

Hace mucho tiempo, tanto que no existían divisiones en el tiempo (exceptuando noche y día), cuando no había días de la semana, ni meses, ni años siquiera, vivían unos chicos, siete hermanos, en unas casitas en un pobladillo. Los nombres de estos siete hermanos eran así:

Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo (ya empezáis a entender el nombre de la historia ¿no?).

Bueno, pues como en aquellos tiempos tan lejanos no existía el súper, estos chicos tenían que trabajarse el alimento diario, con el sudor de la frente. Pero ellos tenían un problema. Lunes, era una chica muy perezosa, que siempre sentía nostalgia por todo, y siempre andaba soñolienta. Martes, era en cambio un chico trabajador donde los hubiera, al igual que Miércoles y Jueves. Viernes era también trabajador, pero a veces pensaba demasiado en otros temas que no eran el trabajo, le gustaba mucho librar por las tardes, ir a pasarlo bien, hacer el tonto… esas cosas. Sábado era un listo de la vida, no movía nunca ni un poquito. Hacía siempre lo que le apetecía en ese momento, fuera rascarse la barriga, o fuera irse por ahí a cazar. Este era uno de los aspectos en los que se parecía a Domingo, que también era bastante vaguete, aunque el era más porque tenía mucho sentido religioso, y le parecía estúpido trabajar, pudiendo dedicar el tiempo a adorar al sol y otras fuerzas de la naturaleza. Pero igualmente fuera por lo que fuera, Domingo tampoco hacía nada.

Os preguntareis que donde estaban los padres de estos chicos. Pues estos chicos eran hijos del Cielo y de la Tierra. Por eso sus nombres estaban todos dedicados a los astros (Lunes por la luna, Martes por Marte, Miércoles por Mercurio, Jueves por Júpiter, Viernes por Venus, Sábado por Saturno, y Domingo por… que ellos al sol le llamaban dómine (señor en latín), creyendo que era una especie de Dios.

Bueno, volviendo al conflicto principal de esta familia, el trabajo. Martes, Miércoles y Jueves estaban hartos de que Sábado y Domingo no movieran un dedo, y comieran como todos, de que Lunes siempre estaba somnoliento, y todo lo hacía sin poner esfuerzo, y de que Viernes solo quería trabajar por la mañana.

Hablando Martes, Miércoles y Jueves encontraron una solución, y reunieron a sus otros cuatro hermanos para decírsela.

- Hemos decidido que no es justo que trabajemos solo nosotros-dijo Martes

- sí, ¡ya estamos hartos!-exclamó jueves

- Pero esque vuestros aburridos no gustan a nadie, es mejor ir al campo a jugar- dijo sábado

- o adorar al dómine- dijo Domingo

- a mí trabajar no me cansa, pero cuando pienso que sábado debe estar por ahí haciendo el tonto (y eso suele ser en la comida) decido que me voy con él.

- yo siento mucha pena de pensar que podríamos estar jugando y tenemos que trabajar- dijo Lunes.

- pues ahí entra la decisión que hemos tomado. A partir de ahora vamos a dividir el trabajo en un sistema de siete días: El primero será el lunes y el último el domingo, y todos ellos llevaran nuestros nombres. Se sucederán según nuestras edades: Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo.

De lunes a jueves se trabajará todo el día, parando para comer, y en ratos puntuales. El día de viernes se trabajará solo hasta la comida, y después nos iremos todos juntos por ahí.

El día de sábado y de domingo, no se trabajará, serán días libres, para hacer lo que se quiera, pero el domingo abra que rendir un culto especial al Dómine, un rito o algo así.

Todos estuvieron de acuerdo, y siguieron ese plan de vida.

Y desde allí hasta hoy, todos seguimos su división, haciendo exactamente como hacían ellos. Es una lástima que no hubiera mas hermanos juerguistas :-D

Javier Soria, cosecha propia